Con la llegada de los primeros fríos, la vitamina C se vuelve más que nunca un nutriente esencial para el cuerpo humano. Y es que, como es sabido, contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico, favorece la absorción del hierro y actúa como un potente antioxidante.
Aunque muchas personas asocian esta vitamina solo con los cítricos, existen otros alimentos igualmente ricos en ella. A continuación, te presentamos tres excelentes fuentes naturales de vitamina C.
1. Morrón rojo: crudo o cocido, el morrón rojo es sorprendentemente rico en vitamina C. Media taza contiene incluso más vitamina C que una naranja. También es bajo en calorías y una buena fuente de vitamina A.
2. Kiwi: este pequeño fruto verde no solo es refrescante y delicioso sino que también contiene una alta concentración de vitamina C. Además, aporta vitamina K, potasio y fibra, lo que lo convierte en una opción nutritiva y completa.
3. Brócoli: este vegetal no solo es rico en vitamina C sino también en fibra, hierro y calcio. Consumido al vapor o crudo, conserva mejor sus nutrientes y contribuye a una dieta equilibrada.