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Niños con problemas visuales pueden generar discapacidad

 

Los problemas de visión en los niños como la miopía, ambliopía y estrabismo, son la primera causa de discapacidad visual en adultos y deben ser atendidos al momento de su detección porque, de no hacerlo, podrían derivar en problemas neuronales y de aprendizaje.

Estos conceptos fueron desarrollados durante el 36° Congreso de Pediatría, celebrado en julio en la Ciudad de México, México.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay 285.000 millones de personas con discapacidad visual en el mundo. Mientras tanto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reportó que en el año 2000 había en México más de 467.000 personas con discapacidad visual en México.

La Dra. Silvia Moguel, jefa del Servicio de Estrabismo del Centro Médico Nacional en la Ciudad de México, México y miembro del Consejo Latinoamericano de Estrabismo explicó que el país no está preparado para apoyar a niños con discapacidad visual, en parte por los rezagos educativos y laborales, y en parte porque no hay un programa homogéneo de detección y tratamiento ante los problemas visocerebrales.

«Si no atendemos la visión de los niños tenemos mayor riesgo de ceguera legal, mayor población económicamente inactiva, mayor detrimento a la economía familiar y mayor riesgo a la población adulta porque hay gente con un solo ojo [funcional] que [realiza actividades de servicio público como la medicina, el manejo de transportes, entre otras». Sin embargo, 80% de la discapacidad visual se puede evitar o curar.

La visión es el medio principal con el que los recién nacidos aprenden a comunicarse, los nervios oculares están conectados con el resto de las neuronas cerebrales, lo que implica que la vista es un elemento fundamental para desarrollar plasticidad cerebral.

«Los primeros 5 años de vida tienen una rapidez increíble porque se están formando más de 30 mil sinapsis de conexiones por segundo por centímetro cuadrado del cerebro. Las neuronas están trabajando con todo lo que les llega», explicó la oftalmóloga, quien además puntualizó que nunca habrá un ojo bueno, «el ojo es un receptor y está destinado a trabajar de manera binocular […] para llenar el cerebro de imagen estereoscópica, por eso son dos ojos, para ver en tercera dimensión».

Algunas de las alteraciones que puede presentar un niño con déficit visual son fallas en el área ejecutiva de la inteligencia, cambios depresivos por estrabismo recurrente, mala visión, pérdida de la binocularidad, alteraciones del lenguaje, trastorno del aprendizaje no verbal, déficit de atención e hiperactividad, además de repercutir en habilidades motoras, visoespaciales, lingüísticas y en los diferentes tipos de memoria y desarrollo de estrategias.

Al respecto, la Dra. Zaira del Carmen Bernal Díaz, oftalmóloga pediátrica y cirujana de la Ciudad de México, ahondó en la importancia de hacer revisiones oftalmológicas periódicas en los niños. «Desde 2013, la Ley General de Salud nos obliga a hacer una revisión oftalmológica de niño sano al mes de vida […] Esta ley dice que hay que hacerlo, pero no dice quién debe hacerlo, no dice de dónde va a venir el recurso, porque si juntas a todos los oftalmólogos de [México], somos insuficientes para revisar a todos los niños que nacen cada año».

La Dra. Bernal recomendó que se hagan al menos 4 revisiones oftalmológicas básicas, una al mes de vida y las demás a los 6 meses, a los 3 años y a los 6 años, lo que permitirá detectar anormalidades en la estructura ocular, alteraciones en el reflejo rojo, anormalidades en la posición de los párpados, retinoblastomas, etcétera.

«El mes de vida es un tiempo muy oportuno para detectar enfermedades tan graves como un retinoblastoma y otras no tan graves que te penalizan la visión, como una catarata congénita. El panorama cambia muchísimo si revisas a un niño de forma oportuna».

Como parte de la estrategia para corregir los problemas de visión infantiles, en México se han realizado varias campañas para posibilitar que miles de niños reciban cirugías oculares de forma masiva, pero tanto la Dra. Moguel como la Dra. Bernal advirtieron que hay que ser cuidadosos al elegir ese camino.

«No es bueno hacer campañas de cirugía de estrabismo porque simplifican el problema. Muchos hacen la cirugía y se olvidan del paciente, y el paciente con estrabismo o con ambliopía es un muy complejo, necesita seguimiento. Si no le damos un tratamiento adecuado y un seguimiento, puede ir mejorando y luego retroceder tanto en el mejoramiento de la capacidad visual, como en el desarrollo de la plasticidad cerebral», concluyó la Dra. Bernal.

Medscape / Tendencias en Medicina

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