¿Quién no conoce a alguien que es alérgico a las frutillas? Y es que probablemente sea una de las alergias más comunes. Pero, ¿por qué?
La alergia a las frutillas se debe principalmente a la presencia de ciertas proteínas que el sistema inmunológico reconoce como amenazas.
Esas reacciones alérgicas pueden variar en intensidad. Los síntomas comunes incluyen picazón en la boca, erupciones cutáneas, enrojecimiento, hinchazón, congestión nasal y problemas gastrointestinales.
En casos más graves, las personas pueden experimentar anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente mortal que requiere atención médica inmediata.
Pero volvamos al tema de las proteínas. Las frutillas contienen proteínas que pueden desencadenar una respuesta alérgica en algunas personas. La principal proteína alérgena presente en las frutillas se llama Fra a 1. Esta proteína es responsable de muchas reacciones alérgicas, ya que el sistema inmunológico reacciona excesivamente a su presencia.
¿Y qué es eso de las reacciones cruzadas? Las personas alérgicas a ciertas frutas o alimentos pueden experimentar reacciones cruzadas con las frutillas. Por ejemplo, si alguien es alérgico al polen, puede experimentar síntomas alérgicos al comer frutillas debido a la similitud de las proteínas presentes en ambas sustancias.
Por otro lado, la alergia a las frutillas puede ser el resultado de una respuesta exagerada del sistema inmunológico a compuestos naturales en las frutas.
Y al igual que otras alergias alimentarias, la predisposición genética puede aumentar la probabilidad de desarrollar una alergia a las frutillas. Si hay antecedentes familiares de alergias, es posible que una persona sea más propensa a experimentar reacciones alérgicas a ciertos alimentos, incluidas las frutillas.
Por último, también es bueno tener presente que las reacciones alérgicas pueden estar relacionadas con cómo se preparan o consumen las frutillas. Las alergias pueden variar según si las frutillas se consumen crudas, cocidas, en productos procesados o en forma de jugo.
