Con la llegada del frío, nuestros hábitos cambian. Y lo mismo sucede con nuestras mascotas. Si tenés una tortuga y querés saber cómo cuidarla durante los meses fríos, esta nota es para vos.
Cuidar a una tortuga durante la hibernación es crucial para su salud y bienestar. La hibernación, también conocida como brumación en reptiles, es un período de letargo que generalmente ocurre en los meses más fríos. Ante esto, ¿cómo podemos ayudarla?
Un paso importante es la preparación previa. Antes de que la tortuga entre en hibernación, es vital asegurarse de que esté en buenas condiciones de salud. Un chequeo veterinario puede identificar posibles problemas. También es importante desparasitarla, ya que los parásitos pueden aprovechar la baja actividad de la tortuga durante la hibernación.
En la misma línea, aproximadamente un mes antes de la hibernación, reducí gradualmente la cantidad de alimento. Esto permite que la tortuga vacíe su sistema digestivo, evitando que los alimentos no digeridos fermenten durante la hibernación, lo que puede ser peligroso.
En tanto, hay que preparar su casita con el acondicionamiento del ambiente. La tortuga necesitará un lugar adecuado y seguro para hibernar. Esto puede ser un espacio al aire libre en climas apropiados o un contenedor dentro de casa. Si es al aire libre, asegurate de que el área esté protegida de depredadores y que la temperatura no descienda demasiado. Si es en interiores, un refrigerador puede mantener una temperatura constante de alrededor de 5-10°C.
Es importante también monitorear la temperatura y la humedad. La temperatura es crucial; debe mantenerse constante y no bajar de 3°C ni subir de 10°C. La humedad también es clave para evitar la deshidratación. Colocá un sustrato húmedo, como tierra o papel de diario humedecido, en el contenedor de hibernación.
Con todo, es bueno una revisión periódica. ¿Qué quiere decir esto? Que durante la hibernación revises a tu tortuga. Pesala al menos una vez al mes para asegurarte de que no esté perdiendo demasiado peso ya que una pérdida significativa puede indicar problemas de salud.
Finalmente, cuando llegue el momento de despertar, asegurate de que sea gradualmente. Aumentá la temperatura lentamente y rehidratá a la tortuga con baños de agua tibia. Poco a poco, reintroducí la alimentación.