Cada vez que un perro o gato son reubicados en un nuevo hogar, se hace necesario un periodo de aclimatación mínimo de un mes.
A partir de este momento, podemos empezar a evaluar el verdadero carácter del animal y entrenarlo para su nueva vida.
Antes de adoptar tengamos presentes dos conceptos:
Conocer la especie que estamos adoptando y ser conscientes de sus necesidades, ¿podemos mantenerlo? Económica y emocionalmente hablando. Saber si podemos de verdad ocuparnos de él.
Luego de tener claro esto, hay formas de recibirlo que ayudan a que sea exitosa su llegada al hogar.
Permítele conocer su entorno físico:
Cuando llegues a casa, lo mejor que podés hacer es sentarte a leer o hacer tus tareas y dejar que el perro explore a su ritmo.
Permítele conocer su entorno social:
Aunque toda la familia tenga mucha ilusión por conocer a tu nuevo perro y presentarle a todos los demás perros del parque…No todos los perros son súper sociables. Lo mejor que podes hacer es ir poco a poco en las introducciones y no generar entornos demasiado excitantes.
Presentarle cómo será su vida contigo:
Los primeros contactos con el veterinario, la peluquería y todas las experiencias que poco a poco vayas a compartir con tu perro, serán de suma importancia.