El Día Mundial de la Diabetes se conmemora cada 14 de noviembre y tiene por objetivo concientizar sobre el impacto que tiene esta enfermedad en las personas, la familia y sus redes. El lema de este año, que se mantendrá hasta 2026, es “Diabetes y bienestar”, considerando que con un acceso adecuado a la salud todas las personas con diabetes tienen la oportunidad de vivir bien. A continuación, una nota del Dr. Stefano Fabbiani para nuestra revista hermana Hola Salud.
La diabetes mellitus es una enfermedad crónica caracterizada por una insuficiente producción de insulina o por resistencia a la misma. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) constituye un problema de salud pública a nivel mundial. Puede producir complicaciones con importante mortalidad y discapacidad como infartos cardíacos y cerebrales, insuficiencia renal, amputación de miembros y ceguera, entre otras. La insulina es una hormona que se encarga de utilizar la glucosa, la principal forma de azúcar del ser humano, como fuente de energía. El déficit de insulina o la resistencia a la misma determina un estado de niveles altos de glucosa (hiperglicemia) que, mantenido en el tiempo, genera daño.
Existen tres tipos principales de diabetes: diabetes tipo 1, diabetes tipo 2 y diabetes gestacional (durante el embarazo). La diabetes tipo 1 es causada por una reacción de nuestro cuerpo que impide que el cuerpo produzca insulina. Es poco frecuente y se presenta por lo general en niños, adolescentes y adultos jóvenes. Por otro lado, la diabetes tipo 2 es la forma más frecuente de la enfermedad y se asocia a hábitos de vida poco saludables. Se produce porque el cuerpo no usa la insulina adecuadamente y no puede mantener la glucosa en niveles normales, en general por exceso de nutrientes grasos y carbohidratos y por insuficiente producción de insulina para afrontar este estado de “superávit calórico” (lo que produce resistencia a la insulina).
Causas de la diabetes
El desarrollo de cualquier tipo de diabetes se debe a la interacción de factores genéticos con factores ambientales. No es por sí misma una enfermedad hereditaria ni genética, pero sí se hereda la probabilidad de presentarla. La diabetes tipo 1 tiene un componente hereditario más fuerte que la tipo 2, y es por esto que se presenta en etapas más tempranas de la vida.
Los factores ambientales juegan un rol fundamental en el desarrollo de diabetes, en particular la tipo 2. El sobrepeso y la obesidad, la inactividad física, hábitos alimentarios poco saludables como un alto consumo de grasas, carnes rojas y harinas refinadas y bajo consumo de frutas y verduras; el alcoholismo y el consumo de tabaco son factores determinantes de la aparición de diabetes. Además, el exceso de peso causa resistencia a la insulina.
Tratamiento
El tratamiento de la diabetes tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en rangos considerados normales para minimizar el riesgo de las complicaciones antes mencionadas y se basa en tres pilares: alimentación, actividad física y tratamiento farmacológico.
Dado que existe una insuficiente producción de insulina, el uso de esta es el único tratamiento para la diabetes tipo 1. Para la diabetes tipo 2 existe un abanico de medicamentos muy amplio y no siempre es necesario el uso de insulina. Adoptando un estilo de vida saludable y perdiendo peso, los niveles de glucosa pueden normalizarse.
En cuanto a la alimentación, popularmente se considera que para evitar la diabetes o para reducir sus complicaciones no se debe comer azúcar ni alimentos dulces. Si bien es cierto, no solo deben evitarse los alimentos dulces y azucarados, sino también todos aquellos ricos en carbohidratos. A saber: budines, galletas dulces y saladas, pasteles, helados; panificados y bizcochos, aún los salados; bebidas con azúcares añadidos como jugos, refrescos regulares y bebidas deportivas o energéticas; cereales endulzados y frutas enlatadas, en particular aquellas en almíbar; arroz blanco, papas, boniatos y choclo; pastas, especialmente los elaboradas con harina blanca, y embutidos.
Se recomienda que la alimentación sea a base de frutas y verduras, y granos integrales como trigo, arroz, cebada, quinua y avena integrales. Además, se aconseja consumir carnes magras (pollo, pavo y pescado), huevos, lentejas y tofu. Los productos lácteos deben ser descremados o bajos en grasa.
En conjunto con los cambios del estilo de vida, se pueden utilizar diversos fármacos que ayudan a que la insulina funcione mejor.
Realizar actividad física tiene grandes beneficios para las personas con diabetes, como regular el nivel de glucosa al aumentar la sensibilidad a la insulina, disminuir la glucosa en sangre y mantener una buena salud cardiovascular en general. Se recomienda realizar unos 150 minutos a la semana de ejercicio aeróbico, es decir aquellos que requieren de un esfuerzo sostenido. Además, los ejercicios de resistencia como las pesas o la calistenia, también son muy recomendables de forma complementaria a los aeróbicos, siendo recomendable realizarlos dos o tres veces a la semana.
¿Cuál es la relación con la salud mental?
La salud mental debe considerarse en el abordaje de las personas con diabetes, ya que ciertas patologías o problemas sin tratar pueden empeorar la diabetes y viceversa.
Tener diabetes predispone al desarrollo de depresión y ansiedad. Recientemente, se ha descrito, además, el “distrés” por la diabetes, que refiere a las preocupaciones, inquietudes y temores de los pacientes que luchan por controlar su enfermedad a lo largo del tiempo. Esos sentimientos negativos pueden afectar la adherencia al tratamiento y hacer dejen de cuidarse.
Si usted siente que puede tener distrés por la diabetes asegúrese de ver a un endocrinólogo para el cuidado de esta enfermedad y realice una consulta con especialistas de salud mental –si además es especializado en enfermedades crónicas mejor–.
Se recomienda concentrarse en una o dos metas pequeñas para el manejo de la diabetes en lugar de pensar que tiene que trabajar en todas a la vez. También puede ser muy útil unirse a un grupo de apoyo para la diabetes para compartir sus pensamientos y sentimientos con las personas que tengan sus mismas preocupaciones. En Uruguay existe la Asociación de Diabéticos del Uruguay (ADU) de la cual puede ser parte.

