La disminución o pérdida del deseo sexual en las mujeres (según el Manual de Diagnóstico y Estadística de la Asociación Psiquiátrica Americana DSM 5: Trastorno del Interés y Excitación Sexual Femenino), depende mucho de la edad o del ciclo biológico que estén cursando. Así comienza el artículo de la Dra. Magdalena Joubanoba para la revista Hola Salud.
Con base en investigaciones contemporáneas, la patogenia del trastorno se atribuye a un desequilibrio en las vías excitatorias sexuales centrales (actúan neurotrasmisores como la dopamina, noradrenalina, melanocortina y oxitocina) e inhibidoras sexuales (serotonina, opioides, endocannabinoides y prolactina).
Los estudios epidemiológicos han identificado múltiples factores contribuyentes, como condiciones psiquiátricas, causas médicas u orgánicas, fármacos, menopausia, problemas de relación y causas psico-socioculturales.
1. Menopausia: La menopausia es el período en que la mujer ve afectado más que en cualquier otra circunstancia el deseo sexual. Dos mecanismos concurren a ello: la ausencia de estrógenos y de andrógenos (elaborados por los ovarios). Ambas hormonas tienen efectos sobre el cerebro. La hipótesis es que en su ausencia prevalecerían las vías inhibitorias de la sexualidad (al producirse una disminución de dopamina, noradrenalina, neurotransmisores excitatorios).
2. El segundo mecanismo es la falta de lubricación y el dolor a la penetración o dispareunia que agrava el trastorno. El 66 % de mujeres postmenopáusicas padece esta disfunción, según el estudio Women’s International Sexuality and Health Survey (WISHeS).
3. Condiciones psiquiátricas: Entre los trastornos mentales que se ven con más frecuencia en la clínica son los trastornos de ansiedad y del ánimo (depresión). En la mayoría de las ocasiones se presentan como una moneda de doble cara. Existirían razones culturales y sociales que coadyuvan a esto: los viejos paradigmas que persisten con los nuevos paradigmas que emergen. Esto es, por un lado, las exigencias del desarrollo personal, laboral y profesional, y por el otro, las demandas de las tareas domésticas y el cuidado de los hijos (no necesariamente requerimientos de terceros, sino una autodemanda). Ello determina una sobrecarga con agotamiento físico y psicológico y un aumento de la ansiedad y el estrés cuyo resultado es la disminución o pérdida del deseo sexual.
4. Causas orgánicas: Muchas enfermedades pueden producir disminución del deseo sexual; cáncer de mama y su tratamiento, enfermedades neurológicas y endócrinas para citar algunas. Pero entre las causas médicas más frecuentes se destacan las enfermedades endócrinas (hipofisarias, tiroideas) y metabólicas (diabetes).
5. Causas farmacológicas: En las mujeres la administración de ciertos fármacos produce una merma en el deseo sexual, así como también Trastorno Orgásmico Femenino. Entre otros se destacan los antidepresivos del tipo ISRS (Inhibidores Selectivos de Recaptación de Serotonina) y los antipsicóticos. En menor medida, narcóticos, anticolinérgicos, antihipertensivos y antiestrógenos. Los anticonceptivos orales pueden producir cierta disminución, pero hay en la actualidad variadas formulaciones terapéuticas que reducen el riesgo.
6. Factores de la relación: Incluyen el conflicto con la pareja, la falta de intimidad emocional, la ausencia de una pareja y la disfunción sexual de la pareja. Si bien parece haber un vínculo estrecho entre la satisfacción sexual y la relación de una mujer con su pareja en estudios correlacionales y en la experiencia clínica, ha habido poca investigación sobre los factores de la relación y su contribución al deseo y las inquietudes sobre la excitación. La disfunción sexual en la pareja (como la disfunción eréctil) se ha demostrado que afecta negativamente el deseo sexual de la pareja femenina.
7. Factores psico socioculturales: Incluyen antecedentes de abuso sexual, preocupaciones sobre la imagen corporal, distracción, falta de educación sexual, expectativas poco realistas, normas culturales e influencias religiosas.
Fuente: Hola Salud / Portal Salud
