El agua con gas, también conocida como agua carbonatada o con burbujas, ha ganado popularidad en todo el mundo. Y ahora, en tiempos de crisis del agua, su consumo ha aumentado. Y es que ante la necesidad de tener que comprar agua embotellada, muchos la eligen por sobre la que no tiene gas.
Algunos la prefieren por una cuestión de gusto. Y otros, por la misma razón, la rechazan. Por eso, en esta nota nos proponemos ir un poco más allá y analizar sus pros y contras más allá de una cuestión de preferencia.
Algunos beneficios:
-Hidratación: El agua con gas proporciona hidratación al igual que el agua sin gas. Aunque el gas puede causar una sensación de saciedad temporal, sigue siendo una opción adecuada para mantenerse hidratado.
-Digestión y alivio de malestares estomacales: Para algunas personas, el agua con gas puede ayudar a aliviar la sensación de hinchazón y malestar estomacal. La efervescencia puede estimular el sistema digestivo y ayudar en la eliminación de gases.
-Sabor y variedad: El agua con gas puede ser una alternativa refrescante a las bebidas azucaradas y carbonatadas. Puede brindar una opción más saludable y sin calorías para aquellos que desean evitar el consumo excesivo de azúcar.
Algunos cuestionamientos:
-Efecto en el esmalte dental: El agua con gas carbonatada puede tener un efecto erosivo en el esmalte dental debido a su acidez. Se recomienda limitar el contacto prolongado con los dientes y enjuagarse con agua regular después de consumirla.
-Distensión abdominal y malestar: Para algunas personas, el consumo excesivo de agua con gas puede provocar distensión abdominal y malestar debido a la acumulación de gases en el sistema digestivo. Es importante escuchar a tu cuerpo y moderar su consumo si experimentas molestias.
-Intolerancia al gas: Algunas personas son más sensibles al gas en el agua con gas y pueden experimentar síntomas como eructos, flatulencias o sensación de plenitud. Cada individuo es único, por lo que es importante conocer tus propias tolerancias.
-Contribución a la osteoporosis: Existe cierta preocupación de que el consumo excesivo de agua con gas pueda tener un impacto negativo en la salud ósea debido a la teoría de que la carbonatación podría afectar la absorción de calcio. Sin embargo, la evidencia científica sobre este tema es limitada y se necesitan más investigaciones.
Fuente: El Mundo / Portal Salud
