InicioSalud para todosHidratación y entrenamiento: claves para sacarle el máximo provecho al agua

Hidratación y entrenamiento: claves para sacarle el máximo provecho al agua

Un adecuado estado de hidratación contribuye de forma positiva al rendimiento deportivo y la salud en general, por lo que es importante la hidratación antes, durante y después

del ejercicio. Sobre todo en verano. Pero, ¿qué debemos tener en cuenta?

En términos generales es recomendable beber 500 ml dos horas antes del ejercicio, dado que iniciar la actividad física bien hidratado reducirá el riesgo de una posible deshidratación mientras se realiza el ejercicio. 

Además se sugiere tomar pequeños sorbos durante labactividad y consumir 500 ml posteriormente.

Se recomienda que la bebida esté fresca (10-15°C) para que el cuerpo la absorba más rápidamente, pero no fría, debido a que deberá regular primero la temperatura antes de asimilarla.

Es recomendable beber al inicio de un descenso o sección donde la frecuencia respiratoria ha disminuido porque favorece la asimilación de los líquidos, sin embargo, no hay que beber demasiado, pues es posible sentir molestias en el estómago, en particular si el agua es gasificada.

Durante deportes de larga duración no se recomienda tomar solo agua porque se puede producir una disminución de los niveles de sodio en la sangre, lo que puede producir complicaciones severas. En este caso se aconsejan las bebidas energéticas por su contenido de iones.

Tomar abundante agua antes, durante y después del ejercicio es fundamental para mantenernos hidratados. Se recomienda siempre elegir el agua sin gas y bebidas deportivas en el caso de que sea necesario, evitando gaseosas y jugos artificiales con azúcar.

Posterior al entrenamiento, en los períodos de reposo, también es importante hidratarse. Debemos recordar que ciertos alimentos también contienen una cantidad de agua considerable; frutas como la sandía, el melón o los cítricos contienen muchísima agua, junto con verduras como la lechuga, el pepino o el apio. En estaciones frías los caldos y sopas son buenas fuentes de agua. En este sentido es fundamental mantener una

alimentación variada y saludable, acompañada de una correcta hidratación y ejercicio para mantener una vida saludable. 

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