La empatía de los perros es un tema que ha despertado mucho interés en el campo de la ciencia y entre los amantes de las mascotas. Existen varios mitos y verdades alrededor de esta capacidad emocional que, en muchos casos, puede ser clave para la estrecha relación entre humanos y perros. A continuación, repasamos algunos aspectos del tema.
Uno de los mitos más comunes es que los perros siempre sienten exactamente lo que sienten sus dueños. Si bien los perros son increíblemente sensibles a las emociones humanas, no experimentan los sentimientos de la misma manera que los humanos. Los perros perciben las señales emocionales a través de cambios en el tono de voz, lenguaje corporal y hasta olores, pero no necesariamente comprenden la complejidad de nuestras emociones.
Una verdad importante es que los perros muestran comportamientos que pueden interpretarse como empatía. Por ejemplo, muchos estudios han demostrado que los perros tienden a acercarse y mostrar signos de consuelo (como lamer o acurrucarse) cuando perciben que su dueño está triste o angustiado. Esto se debe a su capacidad para leer las emociones humanas y responder a ellas, lo que fortalece el vínculo entre ambos.
Un mito extendido es que los perros solo se comportan de manera «empática» para obtener recompensas. Aunque los perros pueden aprender a asociar ciertos comportamientos con premios, también se ha demostrado que muchos de sus actos son espontáneos y surgen de su naturaleza social. Los perros son animales de manada, por lo que su tendencia a ayudar y consolar a otros es una habilidad que ha evolucionado para mejorar la cohesión grupal.
¿Y ustedes qué piensan sobre el tema?
