No es novedad que algunos perros tienen la sorprendente capacidad de detectar convulsiones antes de que ocurran, incluso minutos u horas antes del episodio. Pero, ¿cómo es posible?
Estos animales, conocidos como perros de alerta de convulsiones, se han convertido en una herramienta valiosa para personas con epilepsia, ya que pueden brindar tiempo para buscar ayuda, ponerse a salvo o tomar medidas preventivas.
Aunque la ciencia aún no ha determinado con precisión cómo lo logran, se cree que los perros detectan cambios sutiles en el cuerpo humano, como variaciones en el olor, el comportamiento, la temperatura o incluso en la electricidad estática del cuerpo.
Gracias a su agudo sentido del olfato y a su fuerte vínculo emocional con sus dueños, son capaces de anticipar los episodios antes de que sean perceptibles para el propio paciente.
Además de alertar, muchos de estos perros están entrenados para buscar ayuda, activar dispositivos de emergencia o quedarse junto a la persona durante y después de la convulsión.
Aunque no todos los perros pueden desarrollar esta habilidad, algunos lo hacen de forma natural. Otros requieren entrenamiento especializado. La combinación de instinto, entrenamiento y vínculo humano-canino convierte a estos animales en verdaderos guardianes de la salud.