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Prevención de la infección por el virus de la hepatitis B: objetivos y etapas

 

El virus de la hepatitis B (VHB) es una causa importante de morbimortalidad. En el presente número del Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una revisión sistemática y un metanálisis evalúan los efectos a largo plazo de la inmunización contra la hepatitis B en lactantes en la prevalencia de la infección por este virus, de donde surgieron las siguientes conclusiones.

La vacuna previene eficazmente la infección por el VHB en los lactantes e influye considerablemente en la prevalencia más de 15 años después.

Los efectos de la inmunización universal de los lactantes recomendada por la OMS son mayores en la población (una reducción de tres cuartas partes de la prevalencia) que la inmunización específica de los niños de madres infectadas por el virus (una reducción de dos tercios).

En los países que aplican un programa de inmunización, la eficacia a largo plazo de esta vacuna como prevención de la infección crónica por el VHB reducirá la transmisión del virus al nacer y en los lactantes de la siguiente generación.

Los niños vacunados hace 20 años han crecido y ahora están teniendo descendencia. Gracias a la menor prevalencia de la infección por el VHB en las embarazadas, se puede romper el círculo vicioso de la transmisión perinatal.

La ampliación del programa mediante la inclusión de medidas adicionales, como la administración de inmunoglobulina antihepatitis B y de fármacos antivíricos a las mujeres con una viremia elevada, puede reducir aún más la transmisión maternofilial.

Se debe trabajar para reducir la morbimortalidad entre las personas infectadas por el VHB en el mundo. En los adultos infectados, el riesgo de evolución a una enfermedad crónica como la insuficiencia hepática crónica, la cirrosis hepática y el carcinoma hepatocelular es alto. Actualmente hay fármacos antivíricos para tratar la infección por el VHB que previenen eficazmente la cirrosis y el carcinoma hepatocelular y reducen el riesgo de defunción.

En 2016, la Asamblea Mundial de la Salud examinó las oportunidades relacionadas con el VHB y determinó que era posible eliminarlo como amenaza para la salud pública. En cuanto a la disminución de la incidencia, la próxima meta mundial será lograr una prevalencia inferior al 1% a los niños de hasta cinco años de edad en 2020. Ello se puede conseguir mediante la vacunación, que debe incluir una dosis al nacer.

Si se alcanza esta meta de aquí a 2020, allanaremos el camino para lograr la meta fijada para 2030: reducir la prevalencia de esta infección en los niños hasta el 0,1%. La OMS está definiendo las intervenciones y los métodos necesarios para alcanzar y medir el progreso hacia el logro de ese objetivo.

 

OMS.

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