Sabemos que es importante incluir la actividad física en nuestras vidas. Y que eso implica incorporar el ejercicio a nuestra rutina de forma tal que no pongamos excusas o que sí o sí esté contemplado en lo que hacemos a diario. Pero, ¿qué sabemos sobre los vínculos entre nuestra forma de alimentarnos y el ejercicio? ¿Alguna vez se les ocurrió pensar que quizás hay opciones a tener en cuenta para antes o después de hacer actividad física?
En esta nota, invitamos a hablar sobre ese tema a la nutricionista Camila de Horta. A continuación, sus explicaciones y consejos.
El conocimiento es poder y por eso es que no les voy a decir preparaciones o alimentos específicos para antes o después de hacer ejercicio, sino que les voy a explicar la función de cada los nutrientes que se necesitan para que ustedes mismos puedan elegir entre diversos alimentos.
Arranquemos por el principio: para hacer ejercicio necesitamos energía (= calorías) ya que se incrementa el gasto calórico.
Los carbohidratos (cereales, frutas, legumbres, almidones) son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo; por lo tanto, es lo que vamos a necesitar para poder rendir al máximo en nuestro entrenamiento.
Las proteínas (carnes, huevos, lácteos, proteínas vegetales) estimulan la síntesis de proteína muscular, una función muy importante ya que luego del entrenamiento vaciamos todas las reservas de energía y utilizamos proteínas musculares, por lo que vamos a necesitar recuperar tanto con proteínas como con carbohidratos.
Pongamos algunas situaciones de ejemplo:
– “Me levanto y enseguida voy a entrenar, pero no quiero hacer todo el desayuno porque sino voy muy lleno”.
En ese caso, recomendaría consumir por lo menos una banana; fuente de carbos, con menos fibra por lo que la voy a digerir y utilizar más rápido.
Otras opciones pueden ser: jugo de naranja, pasas de uva u otra fruta.
Al término del ejercicio tendríamos que hacer un desayuno que incluya un buen aporte proteico como huevos, queso, yogur, leche.
– “Hago ejercicio al rato de hacer el desayuno”
Si el desayuno fue rico en carbohidratos, no vas a necesitar nada antes. Si luego almorzás ya tenés el aporte de nutrientes necesarios; sino, se puede hacer una colación carbo-proteica como un yogur con cereales. Lo mismo con el resto de las comidas del día.
Entonces en líneas generales:
– Antes, una comida rica en carbos, no más de 2 horas previas del entrenamiento;
– Y luego una comida que contenga proteínas y carbos, también no más de 1 o 2 horas después del entreno.
En todo caso se hace una colación previa o posterior para cumplir con los nutrientes.
Si querés contactar a la nutricionista Camila de Horta:
– WhatsApp: 098 695 957
– Instagram: https://www.instagram.com/consnutricionalcamila/?hl=es-la
