Por estas horas, el mundo habla de la muerte del papa Francisco. Y fue en este marco que el Vaticano dio a conocer su causa oficial de muerte: un ictus. Pero, ¿de qué se trata? ¿qué síntomas tiene y qué implica? Lo vemos a continuación.
El ictus, también conocido como accidente cerebrovascular (ACV), es una alteración brusca de la circulación sanguínea en el cerebro. Ocurre cuando se interrumpe el flujo de sangre hacia una parte del cerebro, lo que impide que las células nerviosas reciban oxígeno y nutrientes. Si no se restablece el flujo rápidamente, las células afectadas pueden morir en pocos minutos.
Existen dos tipos principales de ictus: el isquémico, que representa cerca del 85% de los casos y se produce por la obstrucción de una arteria cerebral (generalmente por un coágulo); y el hemorrágico, causado por la rotura de un vaso sanguíneo que provoca sangrado en el cerebro.
Los síntomas de un ictus aparecen de forma repentina e incluyen debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, dificultad para hablar o entender, pérdida de equilibrio, visión borrosa y dolor de cabeza intenso.
Por esto, es fundamental actuar con rapidez: el tiempo es clave para reducir las secuelas y salvar vidas. El ictus es una de las principales causas de discapacidad y muerte en el mundo. La prevención incluye controlar factores de riesgo como la hipertensión, el colesterol alto, el tabaquismo y la diabetes, además de mantener un estilo de vida saludable.
