¿Estás buscando una forma de mejorar el cierre de tu día, pensando en sentirte mejor al otro día o tener un sueño más reparador? Una buena opción es estirar tu cuerpo, para ayudarlo a relajarse y descansar bien.
Y es que realizar estiramientos antes de acostarse puede ayudar a relajar, reducir el estrés y mejorar la calidad del sueño. A continuación, tres estiramientos sencillos y efectivos para incorporar a tu rutina nocturna.
Estiramiento del gato y la vaca: este estiramiento, tomado del yoga, es excelente para relajar la columna vertebral y aliviar la tensión acumulada en la espalda. Comenzá en posición de cuatro patas, con las manos alineadas bajo los hombros y las rodillas bajo las caderas. Inhalá profundamente mientras arqueás la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y el coxis hacia el techo (postura de la vaca). Luego, exhalá y arqueá la espalda hacia arriba, metiendo el mentón hacia el pecho y el coxis hacia adentro (postura del gato). Repetí este movimiento de 5 a 10 veces, sincronizando la respiración con el movimiento.
Estiramiento de la mariposa: este estiramiento es ideal para liberar la tensión en la parte interna de los muslos y la cadera. Sentate en el suelo con la espalda recta y juntá las plantas de los pies, dejando que las rodillas caigan hacia los lados. Sujetá los pies con las manos y, suavemente, intentá acercar los talones hacia el cuerpo. Mantené esta posición durante 30 segundos a un minuto, respirando profundamente y sintiendo cómo se relajan los músculos de las caderas y los muslos.
Estiramiento del niño: otro estiramiento tomado del yoga, perfecto para relajar la espalda, los hombros y el cuello. Arrodillate en el suelo con los dedos gordos de los pies tocándose y las rodillas separadas al ancho de las caderas. Sentate sobre los talones y, lentamente, inclinate hacia adelante, extendiendo los brazos frente a ti y dejando que la frente toque el suelo. Permanecé en esta posición durante uno a dos minutos, respirando profundamente y permitiendo que tu cuerpo se relaje completamente.