Es sabido -entre verdad y entre broma- que la playa da hambre. Y es que cuando llega la tarde-tardecita, nos da ganas de comer algo, ya sea porque descansamos para seguir jugando o como parte del propio disfrute de estar relajados y tranquilos en la arena. Pero para cuando llega ese momento, es buena idea estar preparados.
Y para hacer de esa merienda una comida más saludable, te proponemos tres ideas a tener en cuenta y fáciles de preparar. ¡Además de deliciosas y prácticas!
Frutas frescas y frutos secos: prepará una mezcla de frutas frescas cortadas en trozos como manzanas, uvas, frutillas y melón. Combinalas con una porción de frutos secos como almendras, nueces o pistachos. Las frutas proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes, mientras que los frutos secos son ricos en grasas saludables y proteínas. Esta combinación te mantendrá saciado y te dará un impulso de energía natural.
Barritas de granola caseras: hacé tus propias barritas de granola con ingredientes saludables como avena, nueces, semillas de chía, miel y trozos de fruta seca. Estas barritas son fáciles de preparar y podés personalizarlas según tus gustos. Son una excelente fuente de fibra, proteínas y grasas saludables, perfectas para calmar el hambre entre baños en el mar.
Vegetales crujientes con hummus: en una opción súper refrescante e ideal para compartir, podés cortar tiras de zanahorias, apio, pepino y morrón, y servirlos con hummus casero o comprado. Los vegetales crujientes son refrescantes y llenos de vitaminas y antioxidantes, mientras que el hummus agrega proteínas y grasas saludables. Esta opción es ligera, pero satisfactoria, ideal para picar mientras disfrutás del sol y la arena.
¿Y pensás llevar alguna bebida fresca para tomar, como un licuado o un agua saborizada? Llevá una bolsa térmica o una heladerita con hielo para mantenerla fresca.
