La hidratación es esencial para la salud de los perros, al igual que para los humanos. Y es que el agua es crucial para funciones corporales como la regulación de la temperatura, la digestión y el transporte de nutrientes.
Si tu perro no está bebiendo suficiente agua, puede desarrollar problemas de salud, incluyendo deshidratación. A continuación, te presentamos tres señales claras de que tu mascota necesita más agua.
1). Encías secas o pegajosas: las encías saludables deben ser húmedas y de color rosado. Si al tocarlas están secas o pegajosas, podría ser una señal de deshidratación. Podés realizar una prueba sencilla: presioná suavemente las encías de tu perro y observá si el color rosado regresa rápidamente. Si tarda más de lo normal, podría necesitar más líquidos.
2). Letargo y fatiga: un perro deshidratado puede mostrar falta de energía, dificultad para mantenerse activo o parecer más cansado de lo habitual. Esto ocurre porque la falta de agua afecta el flujo sanguíneo y disminuye el suministro de oxígeno a los tejidos, impactando su vitalidad.
3). Piel menos elástica: la elasticidad de la piel es un indicador clave de hidratación. Tomá suavemente un pliegue de piel entre los omóplatos de tu perro y soltalo. En un perro bien hidratado, la piel volverá a su lugar inmediatamente. Si tarda en regresar, es probable que esté deshidratado.
Para prevenir la deshidratación, asegurate de que tu perro tenga acceso constante a agua fresca y limpia. Vigilá su ingesta diaria, especialmente en climas calurosos o tras ejercicio físico. Si notás síntomas graves, como vómitos o falta de apetito, consultá a un veterinario de inmediato. Mantener a tu perro bien hidratado es esencial para su bienestar.