¿Sabías que el botox o toxina botulínica se usa como tratamiento para el bruxismo?
Te contamos que sí, y es una gran solución para quenes sufren de esta condición tan común.
La toxina botulínica funciona como inhibidor de la actividad muscular que actúa por hasta 6 meses. Lo que produce es una inactivación de las fibras musculares que permiten la función masticatoria. Esto permite que se reduzca la frecuencia del bruxismo y sus efectos negativos, entre ellos: dolores de cabeza y cuello y desgaste de los dientes.
¿Cómo se aplica el botox para bruxismo?
El botox se aplica igual que en los tratamientos estéticos. Se coloca con una micro aguja en las terminaciones nerviosas de los músculos estriados de la mandíbula. Esto permite que disminuya tensión y dolor en el músculo, pero es importante aclarar que este tratamienton no afecta la capacidad masticatoria.
Los resultados esperados se obtienen a partir de la semana después de aplicado, aunque los primeros efectos se notan a partir de las 72 horas.
Es importante primero tener un diagnóstico adecuado de un especialista.