Queremos ponerle fin a un mito. Muchos recomiendan hacer esto o aquello, pero ¿qué se debe hace realmente si se quiere optar por sentarse a estudiar cuidando nuestra postura? Porque adoptar una buena postura al estudiar no solo mejora la concentración, sino que también previene dolores musculares y fatiga.
La posición ideal comienza con una silla ergonómica que permita apoyar bien la espalda, especialmente la zona lumbar. La espalda debe mantenerse recta y los hombros relajados, sin encorvarse hacia adelante.
Los pies deben descansar completamente en el suelo o sobre un apoyo, con las rodillas formando un ángulo de 90 grados. La mesa debe estar a la altura del codo, y la pantalla (si se usa una computadora) al nivel de los ojos para evitar forzar el cuello.
También es clave evitar estudiar en la cama o en sillones, ya que favorecen posturas incorrectas (¡y además te puede dar más sueño!).
Hacer pausas cada 45-60 minutos para estirarse o caminar mejora la circulación y oxigena el cerebro, ayudando además a mantener la productividad.
