Es probable que estés planeando salir esta noche de la nostalgia. Y si es así, quizás tengas ganas de tomar un trago de tu preferencia. Por eso, nuestra recomendación es clara: no te olvides de tomar agua.
En primer lugar, el alcohol actúa como un diurético, lo que significa que aumenta la producción de orina y puede llevar a la deshidratación. La deshidratación puede resultar en síntomas como dolor de cabeza, fatiga y sequedad en la boca. Al beber agua entre las bebidas alcohólicas, se puede contrarrestar el efecto diurético del alcohol y mantener un equilibrio de líquidos en el cuerpo, lo que reduce la probabilidad de deshidratación.
Además, beber agua intercalada puede ayudar a disminuir la ingesta total de alcohol. Cuando se bebe agua entre tragos, se ralentiza la velocidad de consumo de alcohol, lo que da tiempo al cuerpo para metabolizarlo de manera más efectiva. Esto puede ayudar a evitar la embriaguez y sus efectos negativos.
Otro beneficio importante de beber agua mientras se consume alcohol es que puede ayudar a minimizar la resaca al día siguiente. La resaca está vinculada en gran medida a la deshidratación causada por el alcohol. Al mantenerse hidratado durante la noche, se reduce la probabilidad de experimentar una resaca intensa al despertar.
Además, el agua también puede ayudar a diluir el contenido de alcohol en el estómago y en el torrente sanguíneo, lo que puede disminuir la intensidad de los efectos del alcohol.
Si vas a consumir alcohol, hacelo con moderación. Y recordá que si vas a manejar no podés beber ni una gota de alcohol.
